miércoles, 28 de noviembre de 2012

MÚSICOS DE CERCA, VISITAS y VIAJE SOBRE VANDELVIRA


Comenzó el Ciclo Músicos de Cerca, el pasado día 24 de octubre con nuestro amigo, gran solista de clarinete y magnífico director de orquesta, José Luis Estellés, que nos habló del concierto que dirigiría, pocos días después, Harry Christophers.


José Luis Estellés durante su exposición.


Sobre el arte de programar fueron las primeras palabras de Estellés para ir situando el concierto que oiríamos el viernes siguiente. De este modo, vimos cómo los hilos conductores son una posibilidad a la hora de realizar un elaborado programa, pero también lo es el juego con los contrastes, permitiendonos viajar de un punto a otro del panorama musical sin que se produzcan extrañas sensaciones a nuestra sensibilidad. Así, el programa de este concierto tenía un hilo conductor de gran importancia: Haydn, pero al tiempo, también tenía un pequeño viaje a la música vocal del siglo XX que quedaba empastada con algunos números de la Creación y las Estaciones de Haydn.

José Luis Estellés, realizó una interesante presentación de la totalidad del programa en la que se había impuesto como ejercicio de síntesis el no mostrar más de 30 segundos de cada movimiento o número que se interpretarían. De este modo consiguió condensar la esencia de cada parte y mostrarla en unos ejemplos fácilmente asimilables y recordables. Fue, sin duda, una tarde memorable en la que tuvimos la ocasión inmejorable de formarnos de cara al concierto del día 26.

¡Muchas Gracias Estellés!


La siguiente actividad, tuvo lugar el sábado 27 y fue la visita guiada a la magnífica exposición de la compañía de títeres ETCÉTERA en el Parque de las Ciencias, donde además pudimos asistir a la representación de Pedro y el Lobo de Prokofiev, obra estrenada con la OCG en 1997.


Un detalle de algunas de las marionetas para la representación de Pedro y el Lobo de Prokofiev.


Durante los días 1, 2 y 3 de diciembre la Asociación realizó el primer viaje de la temporada. En esta ocasión por las tierras vinculadas al gran arquitecto renacentista Andrés de Vandelvira y del que a continuación publicamos la reseña realizada por nuestro querido amigo Miguel Villoslada:


Hospital de Santiago en Úbeda. Foto: Concepción Castillo



El pasado "puente" de los Santos un nutrido grupo de componentes de Amigos de la Orquesta Ciudad de Granada, pasamos tres días estupendos haciendo el recorrido de la "Ruta de Andrés de Vandelvira", por las provincias de Jaén y Albacete. El recorrido, a la ida, lo comenzamos por la ciudad de Úbeda, Patrimonio de la Humanidad, donde fue un placer  volver a contemplar el Hospital de Santiago y la Capilla funeraria de Francisco de los Cobos, secretario de Carlos V y mas conocida por el Salvador, aún en nuestros días propiedad particular de la casa ducal de Medinaceli. De belleza en su trazado, realizado por el maestro arquitecto Diego de Siloé, como puede apreciarse, toda su construcción se debe al genial arquitecto alcaraceño Vandelvira. La casa del deán Ortega, en la emblemática plaza de Vázquez de Molina, también es otra muestra del saber hacer de este genial arquitecto, redescubierto en las últimas décadas. La plaza, una de las más bellas que puedan contemplarse en Andalucía, por no decir la mas bella, se completa con el palacio de los Vázquez de Molina y la Iglesia de Sta. María de los Reales Alcázares, que rematan su grandiosidad.
          
Detalle de la portada en rincón de acceso a la sacristía de la Iglesia del Salvador de Úbeda.
Foto: Concepción Castillo
También, fuera ya de la temática del arquitecto renacentista objeto de nuestra excursión, pudimos visitar la Iglesia de San Pablo, la de San Nicolás, la Puerta de Granada, la bella fachada renacentista del Palacio de los condes de Guadiana, próximo a convertirse en Hotel y finalmente dimos cuenta de una estupenda comida, que después del ajetreo de la visita nos supo a gloria.

Ya después de la comida y de un paseo por el caso histórico de esa singular ciudad que es Úbeda, nos dirigimos a Villacarrillo a visitar la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción, para contemplar la magnitud de su trazado y la sabiduría con que Vandelvira resuelve las bóvedas vaídas tan presentes en su arquitectura.

La visita al elevado y precioso pueblo de Iznatoraf, catalogado entre los pueblos mejor conservados de Andalucía, donde permanece a lo largo de los siglos su impronta musulmana y medieval en ese urbanismo tan bien preservado a lo largo de los años. Quizás el estar algo apartado de las vías más importantes de comunicación haya contribuido a ello. Como desde sus miradores se divisan hasta tierras manchegas, contemplar la puesta de sol fue un lujo para la vista.

Ya pasadas las nueve de la tarde llegamos al complejo hotelero del balneario Benito, lugar paradisiaco para ir a relajarse, tomar las aguas como se dice vulgarmente, y disfrutar de la naturaleza. Es de justicia hacer mención al personal de este hotel por el trato exquisito y la simpatía demostrada. Dormir en este lugar es sumamente agradable, pues el silencio es absoluto y los amaneceres preciosos. Ya por la mañana hicimos la visita de Alcaraz acompañados por una doctora en Historia del Arte y muy versada en Vandelvira, además de llevar la oficina de turismo de Alcaraz. La plaza de esta ciudad también es de gran belleza. Visitamos la Torre del Tardón, la Iglesia de la Santísima Trinidad, que posee un digno museo, el Ayuntamiento y el Palacio donde se ubica la oficina de turismo, todas ellas realizadas por  el hijo de la Ciudad, Andrés de Vandelvira. Dimos un paseo por Alcaraz, contemplamos lo que aún queda de su acueducto, y luego fuimos a dar cuenta de un cordero que estaba riquísimo. 


Las torres del Ayuntamiento y de la Iglesia parroquial de Alcaráz (Albacete). Foto: Concepción Castillo

Por la tarde giramos una visita a Villanueva de los Infantes, un precioso pueblo ciudadrealeño, donde aún se conserva con esplendor su pasado glorioso y donde residió y estuvo enterrado el genial Quevedo.

En la mañana del sábado iniciamos el retorno hacia Granada, visitando, como no podía ser de otro modo, la Catedral de Jaén, obra maestra y podríamos decir que cumbre, del genial Vandelvira, y del Renacimiento andaluz. La guia que nos acompañó, licenciada en Arte también y experta en el arquitecto que nos ocupa, hizo que la visita minuciosa, de tres horas de duración, nos pareciera corta, pues nuestra guía puso todo su empeño en que disfrutáramos en el recorrido, deteniéndose muy especialmente en la sacristía y sala capitular, de gran belleza arquitectónica. Después de comer en Jaén, nos dirigimos a visitar la iglesia del cercano pueblo de La Guardia de Jaén, para completar este recorrido vandelviresco.
     
Interior del coro, bóvedas y pilares de la Catedral de Jaén. Foto: Concepción Castillo.

Hacia las siete de la tarde llegamos a Granada, contentos de los días pasados y convividos, y siempre dispuestos a conocer cosas interesantes y relacionadas con el saber y cultura, algo que siempre distingue a los Amigos de la Orquesta Ciudad de Granada, y deseando hacer pronto otra escapada y conocer cosas nuevas o volver a realizar otras visitas, que también es agradable.